De vuelta

Hora de despedidas emotivas.

Salida de Montréal con Air Canada a las 20h45'. Ocho horas de vuelo y me llevo seis. Llegada a Ginebra a las 10h am, hora europea. Siento que mi alma està a la altura de mis pies.

Con 7 horas de escala por delante, era obligatorio hacer una visita ràpida a la ciudad màs segura (y cara) de Europa. No me gustò nada, solo apruebo sus simpàticos cisnes.

Llegada a las 20h a Barcelona. Guardiola iba en el aviòn, pero estaba tan aturdida que ni se me ocurriò hacerle una fotografìa. Algunos choques culturales iniciales: la gente empuja para abrirse camino y entiendo todas las conversaciones de alrededor aunque no les preste la menor atenciòn.

Me despido de L. (mi geògrafo favorito) por fin y para siempre. A él le dedico mi anterior post: No need to argue.

Y por fin, una cama donde estirar las piernas. Pero... qué fastidio! el cansancio fìsico y anìmico sumado al jet lag no me dejan dormir!!

Viernes a las 6:30 de la manyana, para mì son las 12:30 de un dìa que ha sido muy largo, estoy en lo mejor del suenyo pero me levanto decidida para la recta final del viaje. El tren que sale de Sants llega por fin a Valencia a las 12 am.

Feliz, de haber llegado y todo lo que conlleva la vuelta. Contenta, de quedarme en Europa y no volver a pasar por las torturas de viajes tan largos. Triste, por todo lo que queda atràs.